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¿QUÉ ES Y CÓMO SE AFRONTA EL DUELO?

señor cabizbajo en un banco sentado

 

El duelo es un proceso psicológico que se produce tras una pérdida, una ausencia, una ruptura, muerte o abandono. La experiencia emocional de enfrentarse a dicha pérdida es lo que se denomina elaboración del duelo.

El duelo en cada persona es diferente y no tiene una duración e intensidad determinada, depende de múltiples factores como el apoyo psicosocial que posea la persona para afrontarlo, los recursos propios y ambientales entre otros.

Es un proceso natural que viven todas las personas tras una pérdida de un ser querido, una ruptura, la pérdida de un trabajo u hogar, donde la persona tiene que aprender a vivir sin dicha pérdida. En esa nueva forma de vivir pueden aparecer diferentes reacciones tanto físicas como psicológicas, por ejemplo, pensamientos recurrentes negativos e intrusivos, alteraciones somáticas, sentimientos como la ira, tristeza, culpa…

Aunque generalmente el proceso se resuelve sin excesivas dificultades, a veces es importante tener en cuenta la posibilidad de que aparezcan complicaciones siendo recomendable tratarlas pidiendo ayuda psicológica donde un profesional pueda dar pautas para una mejor gestión del proceso. Cuando se sufre una pérdida pueden aparecer sentimientos como la tristeza, rabia, impotencia o miedo. Si esos sentimientos se prolongan en el tiempo y no remiten siendo acompañados por autorreproches y culpa pueden llevar a un estado de depresión o ansiedad convirtiéndose en un duelo patológico o complicado.

El proceso de duelo tiene varias fases que hay que superar, aunque ello no quiere decir que en todos los casos aparezcan todas:

  1. Negación o shock: En esta etapa aparecen sentimientos de incredulidad, sentimientos de irrealidad donde se niega la situación ya que no estamos preparados para procesar la información. También aparece el embotamiento afectivo donde el bloqueo es tan grande que la persona es incapaz de sentir.
  2. Rabia e Ira: En esta fase aparecen los sentimientos de rabia y resentimiento donde la persona busca responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración de que la pérdida es irreversible o no hay solución posible. En esta etapa podemos proyectar esa rabia hacia nuestros seres queridos.
  3. Negociación: En esta fase las personas fantasean con la idea de que la situación se puede revertir o cambiar. Es común hacerse preguntas como ¿Qué habría pasado sí? O pensar posibles soluciones ante dicha situación.
  4. Depresión o tristeza: En esta etapa la persona siente una profunda tristeza, ya que empieza a ser consciente de la realidad de la pérdida. Pueden aparecer síntomas depresivos, sentimientos de angustia e ideas recurrentes negativas. En esta fase es importante expresar los sentimientos y sentir el dolor emocional que conlleva para seguir procesando el duelo y pasar a la fase de aceptación.
  5. Aceptación: En esta última fase se acepta que la pérdida no se puede evitar ya que es irremediable. La persona comienza a ver la realidad desde otra perspectiva dónde es capaz de convivir con el dolor emocional y empieza a experimentar sentimientos de alegría, felicidad y paz. Llegar a este punto requiere un gran trabajo donde la persona acaba reconociendo la pérdida como algo que forma parte de la vida.

Por lo tanto, es importante afrontar el proceso de duelo para progresar, trabajando las emociones y el dolor emocional mediante la expresión de emociones con el objetivo de adaptarse a un medio en el que la persona ya no está y aceptar la realidad de la pérdida. Algunos consejos para sobrellevar de la mejor manera dicho proceso son:

  • Buscar apoyo en la familia o amigos para ayudar a superar el dolor. Es importante expresar los sentimientos, hablar o escribir sobre dicho dolor para la elaboración del duelo.
  • Aceptar los propios sentimientos que tiene la propia perdida sin rechazarlos o evitarlos. No tener prisa y entender que es un proceso en el que no hay un tiempo establecido.
  • El autocuidado en estos casos es esencial. Es importante escucharse a sí mismo ya que las necesidades de cada uno van a ser particulares.
  • Buscar apoyo terapéutico ayuda a afrontar la situación y restablecer el equilibrio emocional, ya que facilita la gestión del duelo y todo el proceso que conlleva. También ayuda a modificar aquellos pensamientos intrusivos que provocan malestar y que las personas puedan sentirse acompañadas en el proceso.

 

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