Son muchas las personas que no le dan la importancia ni la veracidad que merece al Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Cuando hablamos de TEPT nos referimos a una afección de la salud mental que podemos desarrollar tras haber experimentado una situación de peligro o lesión grave, como puede ser un accidente de tráfico, un desastre natural, una agresión sexual o la muerte inesperada de un ser querido.
Tras la experimentación de estas situaciones, ya sea propia u observada, es normal que sintamos miedo y reaccionemos ante éste con respuestas de lucha, huida o protección.
Es importante que sepamos que el TEPT es una enfermedad real, no simulada y, aunque en la mayoría de las ocasiones las personas superan con el tiempo este tipo de experiencias sin necesidad de ayuda, en otros casos, se pueden desencadenar reacciones desadaptativas que perdurarán en el tiempo si no se lleva a cabo un adecuado tratamiento. En la mayoría de las personas, los síntomas comienzan dentro de los primeros 6 meses desde el acontecimiento traumático, pero pueden aparecer hasta años después.
¿Qué síntomas causa el TEPT?
“Siento como si estuviese pasando de nuevo”
“La sensación me viene sin esperarlo”
” Duermo mal, tengo pesadillas con el suceso”
“Me cuesta mucho trabajo hacer algo”.
Estas son algunas de las quejas que presentan las personas con TEPT. La sintomatología se puede sintetizar en cuatro grupos distintos, aunque hemos de tener en cuenta la variabilidad interindividual.
- Reexperimentar nuevamente el miedo del momento traumático ya sea a través de pesadillas, pensamientos o revivir esa sensación como si estuviese sucediendo en la actualidad.
- Evitar situaciones, pensamientos o personas que nos recuerdan al evento.
- Estar hipervigilante ante un posible peligro pudiendo desencadenar irascibilidad, dificultad para conciliar el sueño o estar sobresaltado.
- Experimentar cambios a nivel cognitivo y anímico como fallos en la memoria o problemas de concentración, pensamientos negativos, sentimiento de culpa o incapacidad para experimentar placer o interés.
Para su diagnóstico hemos de tener al menos un síntoma de cada uno de los cuatro tipos.
¿Cómo puedo prevenir el Trastorno de Estrés postraumático?
- Tras haber vivido un hecho potencialmente traumático es muy importante que seamos capaces de liberar emociones. Para ello necesitamos identificarlas, ser conscientes de lo que sentimos y poder expresarlas a personas de nuestra confianza buscando el apoyo en los demás para no sentirnos solos ante la adversidad.
- El intentar compartir nuestra experiencia con personas que también la han pasado nos ayudará a sentirnos comprendidos.
- También es beneficioso escribir sobre lo que pensamos de ese momento, sin tabúes, sin miedos y sin juicios.
- Hemos de intentar continuar con las actividades de la vida cotidiana, incluyendo las que anteriormente eran placenteras para nosotros.
Obtener un tratamiento efectivo después de que se manifiesten los síntomas de trastorno de estrés postraumático puede ser esencial para reducirlos y mejorar el funcionamiento personal.