Realidad Virtual

Diversos estudios (Baños et al., 2009, 2011; Botella et al., 1998, 2004, 2007; Klinger et al., 2005) señalan que la realidad virtual supone una mejora notable en la eficacia de lo que en psicología denominamos  técnicas de exposición , consideradas por la evidencia científica como las técnicas de elección para la mejoría con un amplio número de trastornos. Dichas técnicas se basan en que el paciente enfrente, de manera segura y controlada, aquellas situaciones, objetos e incluso pensamientos que le producen ansiedad o miedos intensos. Las exposiciones se llevan a cabo en imagen o en contextos reales, ya sea gradualmente o no, de  manera sistemática y repetida .

Lo que la Realidad Virtual añade a las ya de por sí eficaces técnicas de exposición es que se trata de una herramienta con la que el paciente tiene la sensación de encontrase en una situación determinada sin tener que ser en la propia realidad (lo cual en determinadas ocasiones no es posible tanto por las limitaciones de disponibilidad como por las propias derivadas del trastorno del paciente). Es decir salva algunas limitaciones de las técnicas de exposición en vivo. También las de la exposición en imagen, ya que muchas personas tienen una capacidad limitada para imaginarse situaciones o para poder “meterse en ellas una vez imaginadas” . Facilita la inmersión en las situaciones temidas y que la persona pueda interactuar dentro de ellas.

En el equipo de realidad virtual con el que contamos en nuestro centro cada entorno virtual se compone de diferentes escenas que permiten al paciente progresar gradualmente en su terapia y permite la modificación de diferentes parámetros para poder personalizar las exposiciones.

El tratamiento con realidad virtual puede utilizarse tanto en psicoterapia infantil como con personas adultas, ya que ofrece la posibilidad de adaptar el contexto según el tipo de problema y la edad del paciente.