Trastornos de sueño
Las alteraciones del sueño pueden estar motivadas por diferentes factores y pueden ser primarios (no son consecuencia de otros trastornos) o secundarios (relacionados con otro trastorno mental o enfermedad física o a la toma de sustancias.
Por lo que se refiere a la vida cotidiana las alteraciones del sueño menguan enormemente su calidad.
Interfieren en absolutamente todas nuestras actividades y vida social, dado el cansancio que produce y por los efectos que el no dormir produce en el ánimo y en los niveles de ansiedad. Esto se traduce también en una mayor irritabilidad y en diferentes problemas en el ámbito familiar y laboral.
Podemos tener insomnio de diferentes maneras:
- Problemas para conciliar el sueño. Tardamos mucho en quedarnos dormidos.
- Problemas para mantener el sueño, con muchos y/o largos despertares nocturnos.
- Despertar temprano, con dificultad para volver a dormir.
Tendremos un posible problema de sueño si observamos algunos de estos síntomas y/o signos:
- Cansancio habitual e incluso intenso que no desaparece durmiendo.
- Somnolencia diurna y sensación de “despeje” al llegar la noche.
- Tenemos la sensación de que nuestra cama, habitación, etc no nos resultan agradables.
- Tenemos un entorno con ruidos que nos despiertan una y otra vez.
- Notamos que cada vez estamos despertándonos más veces en medio de la noche.
- Cada vez tardamos un poco más en dormirnos y además empieza la preocupación porque no logramos conciliar el sueño.
- Cualquier ligero ruido o movimiento es capaz de despertarnos.
- Tenemos una activación cognitiva alta: cuando nos vamos a la cama tenemos en la cabeza un gran número de preocupaciones y de pensamientos.
Más del 70% de los casos de insomnio crónico tienen causas psicofisiológicas, es decir, son resultado de la mezcla de tensión diaria y unos hábitos de sueño erróneos. Los problemas de sueño tienen tratamiento desde la psicología cognitivo conductual.
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