Trastornos de la conducta alimentaria
Al igual que en los adultos, los niños se niegan a comer por el temor intenso a engordar, debido a que tienen una imagen completamente distorsionada de sí mismos. Además, combinan esta falta de ingesta con episodios de ingesta descontrolada de alimentos, con la posterior provocación de vómitos, toma de laxantes…
Al igual que en los adultos es un trastorno más frecuente en el género femenino, cuyos síntomas en los casos más graves son : hipotensión, estreñimiento, pérdida de caracteres sexuales secundarios, alteraciones en la piel…
Las principales consecuencias se encuentran a todos los niveles: académico, social y familiar. Además es un trastorno que si no se soluciona a tiempo se agrava y repercute en la vida adulta del individuo, puesto que además aparece ligada a alteraciones emocionales como la depresión o cualquier otra psicopatología. La anorexia nerviosa en niños necesita tratamiento.
Se habla de bulimia nerviosa cuando el niño o la niña ingiere comida de manera descontrolada acompañado de vómitos para impedir el incremento de peso. Su detección es más difícil que en la anorexia, porque aquí el niño se encuentra en su peso o incluso por encima de él.
La sintomatología general de la enfermedad consiste en:
1. Episodios recurrentes de ingesta voraz
2. Sensación de pérdida de control sobre lo que se come
3. Conducta compensatoria para no ganar peso: vómitos
4. Preocupación por la imagen y el peso
5. Los atracones se realizan a escondidas por vergüenza ante los demás.
Al igual que la anorexia, tiene trascendencia en todos los ámbitos de la vida del niño. Se liga también a distintas psicopatologías, como ansiedad y depresión, por lo que es de especial importancia su tratamiento.
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